lunes, 15 de febrero de 2010

Los niños empiezan la lecto-escritura muy temprano

Por León Trahtemberg - blog

Los expertos aseguran que cuatro y cinco años de edad es muy temprano como para que los niños pequeños empiecen a recibir una educación formal estructurada como en la escolaridad primaria. Reclaman por una enseñanza que se oriente a construir sus destrezas sociales, lenguaje y confianza a través de juegos, o simplemente conversando, en lugar de privilegiar el aprendizaje temprano de la lectoescritura y los números, como es el caso de muchos centros iniciales, presionados por las autoridades o los padres. Ese afán demuestra ser contraproducente, ya que puede socavar la confianza de los niños, poniéndolos en riesgo de dañar su motivación y aprendizaje en el largo plazo.

Todo esto está en la médula del artículo “Children start school too young — wait till they’re 6, experts say” que publicó el diario The Times de Londres el 16/10/2009. Allí el redactor John O’Leary reseña el informe más detallado y profundo que se haya hecho en los últimos 40 años en Gran Bretaña respecto a la situación de su educación básica, realizado por Robin Alexander de la Universidad de Cambridge, financiado por la Esmée Fairbairn Foundation.

El informe de 608 páginas titulado “Children, their World, their Education” tomó 6 años en realizarse y se basó en 4,000 documentos publicados así como la revisión de evidencias, informes escritos, entrevistas personales y data oficial.

Para implementar las recomendaciones se requiere un fuerte respaldo social que frene la enorme presión de estos tiempos para adelantar el inicio de la escolaridad formal en cuanto al inicio de la lectoescritura hacia los 4 ó 5 años de edad. Hay una moda perversa de introducir tempranamente altos estándares de exigencias y rendición de cuentas para lo cual se usan metas, tests, tablas de desempeño esperado y estrategias nacionales de supervisión, que distorsionan la escolarización inicial a la espera de producir beneficios muy dudosos.

Se producen distorsiones entre las prescripciones normativas y los hechos de la realidad como por ejemplo cuando en nombre del trabajo en grupo se sienta a los niños en grupos circulares –es lo que manda la norma- pero raramente trabajan en grupo; más bien colocados así, se limitan a hacer un trabajo individual.

De modo similar a lo señalado en otros informes recientes, el reporte anota que las evidencias científicas sobre las que se han basado las políticas de educación básica son muy dudosas y han sido tomados a puerta cerrada por grupos de autoridades de muy dudosa capacidad profesional y de modo muy autoritario, usando clisés y mitos del folclor ministerial para sostener sus posiciones que no tienen mayor sustento en los datos de la realidad.

Si bien el informe sugiere que debe haber un monitoreo y elevación de estándares, eso no quiere decir llenar a los niños de pruebas ni focalizar la actividad educativa en el entrenamiento para esas pruebas, por el enorme daño colateral que eso produce. Asumir que las pruebas de aptitud verbal o numérica o pruebas del tipo SAT americano que tratan la habilidad lectora y numérica como sinónimo del conjunto de la educación primaria son un disparate, y debieran ser reemplazados por un sistema de información de los logros de los niños en las múltiples áreas y actividades que comprende su educación.

El informe es muy crítico con la “teoría estatal del aprendizaje”, que sostiene que las pruebas nacionales estandarizadas, estrategias nacionales docentes, supervisión estatal y capacitación docente diseñada centralizadamente impone visiones que no tienen soporte en la evidencia científica y práctica.

El reporte aboga por una pedagogía diversificada basada en principios más que una pedagogía de recetas y prescripciones y propone una reforma de la formación de docentes para enfatizar los procesos de aprendizaje más que los resultados. Reclama una docencia que se base más en los hallazgos de la investigación moderna en pedagogía, psicología y neurociencia que clarifican cada vez más las condiciones de la enseñanza y el aprendizaje efectivo. No es función del gobierno decirles a los profesores cómo deben enseñar los temas a su cargo. Por algo ellos son profesionales –y no obreros- de la educación.

Reclama mayor apoyo a los directores en tareas no pedagógicas para que puedan concentrarse en su liderazgo pedagógico, y mayor apoyo a profesores que son nuevos en un colegio por parte de los más experimentados y talentosos.

En suma, países europeos que tradicionalmente han sido líderes mundiales de la educación hoy están viéndose forzados a revisar todos sus quehaceres educacionales, a la luz de los pobres resultados en el aprendizaje de los alumnos. ¿Cuándo haremos lo mismo en el Perú? ( leon@trahtemberg.com Esta dirección electrónica esta protegida contra spambots. Es necesario activar Javascript para visualizarla)

Fuente:
Red Nacional de Promoción de la Infancia
Maribel Cormack
Presidenta

domingo, 14 de febrero de 2010

El lenguaje es una ventana fantástica para entender cómo funciona el cerebro

El científico gallego Manuel Carreiras (Lugo, 1959) dirigirá el rumbo investigador del BCBL, tras haber llegado a Euskadi de la mano del programa Ikerbasque. Se muestra ilusionado con los proyectos que ya han echado a andar, "en un ambiente de trabajo estimulante y enriquecedor"
j. imaz - Domingo, 14 de Febrero de 2010 - Actualizado a las 11:42h.
donostia.

¿Por qué es tan importante estudiar los entresijos que unen el cerebro y el lenguaje?

El lenguaje es una habilidad humana que utilizamos para comunicarnos, para transmitir afecto y cultura, entre otras cosas. Somos lo que somos gracias al lenguaje; nuestra dimensión cultural viene dada por él. Por ejemplo, interesa el análisis de cómo cambia un cerebro cuando aprende varios idiomas, incluso cuando una persona es bilingüe o monolingüe. El lenguaje es una ventana fantástica para entender cómo funciona el cerebro. Es un elemento fundamental de nuestra vida; fíjate lo que sucede cuando alguien tiene un stroke, tiene un daño cerebral y pierde el lenguaje.

¿Un cerebro de una persona multilingüe funciona de forma diferente al de otra que sea monolingüe?

No es que funcione de forma diferente. Nosotros tenemos una máquina que, por decirlo de alguna forma, es multifunción. Va formando o transformándose dependiendo de los input que se le dan. Cuando tiene que adaptarse a dos lenguas, se vale de recursos que probablemente no utilice en una cuestión monolingüe. La máquina es plástica y se adecua a diferentes input. Evidentemente, algo cambia. Hay investigaciones al respecto y también vamos a trabajar en esa línea. Queremos aprovecharnos del entorno en el que estamos, una población bilingüe, con dos lenguas muy distintas.

¿Las diferencias existentes entre los idiomas que uno domina tienen su reflejo en las personas?

Eso no se sabe. No creo que sea así. Hemos hecho estudios que comparan a gente bilingüe y monolingüe. Por ejemplo, hemos analizado cómo responde el cerebro cuando se sorprende ante algo: es diferente la sorpresa ante violaciones de reglas de la lengua nativa y las que se producen en un idioma que se ha aprendido de mayor. Esto significa que el cerebro, probablemente, trata esas señales de forma distinta cuando provienen de una lengua que has aprendido o que tienes desde pequeño. Hacemos cosas con gente bilingüe desde chiquitín y, en principio, no hemos notado diferencias respecto a los monolingües. Es como si tuvieran dos lenguas monolingües.

¿Cómo se analiza la reacción y la actividad de un cerebro ante los estímulos verbales?

Hay muchas técnicas y aquí, por suerte, vamos a disponer del 90% de ellas. La más llamativa puede ser la resonancia magnética funcional. Una persona entra en la resonancia -parecida a la que utilizan en el hospital para analizar la rodilla- y le ofrecemos estímulos distintos. Con ello analizamos diferencias de activación entre zonas. Es como si las áreas que trabajan más ante un estímulo demandasen más oxígeno y tenemos una forma de ver la carga de oxígeno de cada zona. Eso nos señala las diferencias de activación.

¿Resta un universo por estudiar?

Absolutamente. Son muchos más los secretos que hay que los que se han descubierto.

¿Qué áreas se han desarrollado más?

Hay muchos ámbitos dentro de la neurociencia cognitiva, pero ciñéndonos a la cuestión del lenguaje, por ejemplo, se ha investigado con bebés. El BCBL también va tener un laboratorio para bebés. Se sientan ante una pantalla y nosotros vemos cuánto tiempo tardan en desviar la mirada a un estímulo que está en una lengua o en otra. Hay muchas técnicas. Se ha trabajado mucho con personas adultas, pero también hay líneas de trabajo con enfermos, bebés, etc.

Otro de los aspectos que investigarán será la relación entre enfermedades neurodegenerativas y el lenguaje.
¿Analizando cómo habla una persona podríamos saber qué enfermedades va a desarrollar?

Junto con el Hospital Donostia, estudiaremos a una población con demencias, en colaboración con Ingema y Matía. Nos gustaría encontrar algún tipo de marcador del lenguaje que sea suficientemente fiable como para poder prever que esa enfermedad va a desarrollarse en el futuro, para luchar contra estas demencias. No es que podamos saber si va a tener o no alguna enfermedad, hacemos investigación básica, tratamos de desentrañar secretos que guarda la naturaleza y, cuando conseguimos descifrar alguno, hasta que alguien toma esa carrera y se traduce en algo palpable, se tardan años.

Ahí reside el valor de la investigación básica.

Si no lo hacemos, lo otro tampoco ocurrirá. Intentamos hallar marcadores genéticos de la dislexia y de la hiperactividad. Son gente que sufre. No les daremos una solución, pero si, a través de la investigación, conseguimos contribuir a la mejora de su calidad de vida, quizá dentro de unos años se podrá implantar otro tratamiento.

Fuente:
http://www.noticiasdegipuzkoa.com/2010/02/14/sociedad/euskadi/el-lenguaje-es-una-ventana-fantastica-para-entender-como-funciona-el-cerebro